La Complutense y Díaz Ayuso (II). La estrategia de la tensión.

Por Fernando Quirós

El Partido Popular lleva ya años en la senda del trumpismo-bolsonarismo, manteniendo sus alianzas de siempre con los económicamente más poderosos, con las organizaciones religiosas más reaccionarias, e incorporando a su ideario, de forma nítida, la idea del “combate frente al comunismo y el progresismo”, que le lleva (primero) a denunciar por ilegitimo a cualquier gobernante que no sea de su partido y a lanzar a sus propias organizaciones a la acción directa en la calle (después). El asalto a la Universidad Complutense de Madrid tiene todas las características de un ensayo general con todo para acciones futuras. Isabel Díaz Ayuso es una bolsonarista declarada, con aspiraciones de hacerse con el liderazgo nacional de la derecha, usando la fracción más fanática del PP.

La tesis del gobierno ilegitimo

Desde que Donald Trump, y luego Jair Bolsonaro, pusieran en marcha la descalificación de los gobiernos salidos democráticamente de las urnas, el bloque de la derecha española ha utilizado el mismo sistema para negar legitimidad al gobierno de coalición establecido entre el PSOE y Unidas Podemos, porque, según ellos, Unidas Podemos es un partido ilegítimo, amigo de terroristas y dictadores. Lo estamos viendo, a diario, desde 2019 Es una canallada mayúscula que no defiende la democracia, sino que la ataca, poniendo en cuestión que una opción política legal y legítima pueda formar parte de un gobierno, por mucho que los ciudadanos la respalden otorgándole su confianza en cada proceso electoral. El personaje clave para la ilegitimidad es Pablo Iglesias. Nada dicen de ellos mismos, los unos (el PP) que se niegan a condenar el alzamiento fascista de 1936, otros (Vox) porque lo que quieren es instaurar una dictadura neo franquista y los otros (Cs) porque una vez que se les cayó la careta de ser “algo nuevo y limpio”, en la política española, han puesto rumbo a su casa madre, allá por la calle Génova 13 de Madrid.

Focalizando en Podemos, focalizando en Pablo Iglesias

Guste o no guste, Podemos es un partido legal y su fundador tan digno de respeto como cualquier otro. Cosa distinta es que Podemos sea la opción política que a uno no le gustaría ver en el gobierno o que la forma de hacer política de Pablo Iglesias pueda irritar, incluso dentro de sus propias filas. Pero sigue siendo legal y legítimo. Como para el bloque reaccionario, ilegitimar a Podemos y a Iglesias es su baza para movilizar apoyos, focalizar el ataque en Podemos y en su fundador es fácil.

Eligiendo el “frente”: la UCM, Políticas, Esther del Campo

En Madrid, un feudo de la facción más fanática del Partido Popular, con Isabel Díaz Ayuso de comandanta en jefa, el bloque de la derecha ha elegido a la Universidad Complutense como su particular objetivo para tacar a las formaciones a la izquierda del PSOE y culminar su acusación de ilegitimidad contra Pedro Sánchez. ¿Y qué mejor sitio que atacar al enemigo allí donde nació? Pensamiento lineal y único: la Complutense está plagada de izquierdistas, sobre todo en Ciencias Políticas que es un nido de Podemos, gobernado por una decana absolutamente izquierdista que llama a Iglesias “hijo pródigo”, que la decana era amiga de Pablo Iglesias, que es miembro de la Junta Electoral Central a propuesta de Unidas Podemos, que había sido la candidata de Manuel Castells para ser rectora de la UIMP, etc…

Para el Partido Popular, pero también para Vox y para Ciudadanos, la UCM es un centro hostil a los valores democráticos donde intervienen a su antojo los políticos de izquierda, irradiando ideologías de odio, dando cancha al feminismo, defendiendo las dictaduras de Cuba y Venezuela y apoyando a los palestinos en contra de Israel. Es un objetivo de primer orden a neutralizar transmitiendo al mismo tiempo a la sociedad que Isabel Díaz Ayuso es la gran defensora de la libertad que la Comunidad de Madrid, (y por qué no, España entera) necesita. Había que atacar allí, pero algo no funcionaba: los complutenses del PP dentro de la universidad, sobre todo entre los estudiantes, no contaban con ninguna estructura, ni con ninguna facultad que jugara para ellos el papel que le atribuyen a Políticas de la UCM, a pesar de que la Complutense tiene una impronta conservadora desde hace años y de que las familias internas tienen un notable poder entre el profesorado y el PAS. Necesitaban movilizar de la misma forma que ellos estaban “padeciendo” y ahí nació la asociación Libertad Sin Ira, fundada por su cachorro, Ignacio Dancausa, que fue rápidamente ascendido a presidente de las Nuevas Generaciones del Partido Popular.

La asociación Libertad Sin Ira

Esta asociación se autodefine como “el Movimiento Estudiantil más importante de la Comunidad de Madrid”. Leo este texto de Jorge Dioni, en LaMarea.com:

  • La asociación Libertad sin ira se presenta como el movimiento universitario más grande de la Comunidad de Madrid. El adjetivo está bien elegido porque no tiene nada que ver con ningún elemento mensurable. El equipo más grande puede ser el Betis, el Celta o la Cultural Leonesa. Va en gustos. También sostiene que es un think tank, centro de pensamiento. Es algo que le permite organizar actos para establecer contactos y, claro, recibir pasta para hacerlo. El investigador Marcelino Madrigal dio algunos datos: 36 suscritos en un canal de Telegram, donde hay tres fotos y un vídeo. En un año, su página de Facebook ha recibido siete me gusta y tiene doce seguidores. El canal de YouTube tiene cuatro vídeos, uno de ellos con Juan Lobato, y 57 suscriptores. La web tiene erratas y, en su sección Contenido, hay seis temas y dos artículos. Es decir, cuatro secciones donde no hay nada. Tres colaboradores firman varios artículos con el mismo título: prueba prueba prueba. Tienen razón. Son muy grandes.

Es cierto que muy grandes no son, pero sí son muy útiles para crear tensión y presentar a nuestra universidad como una maquinaria de adoctrinamiento, sectaria y autoritaria con lo que no sea un pensamiento de izquierdas. Lógicamente también para reforzar las posiciones políticas de la presidenta de la CAM, en este frente de batalla en que han convertido a la Complutense. Para ello, han utilizado la convocatoria de actos públicos y la intromisión directa en los asuntos que son competencia exclusiva de la UCM.

La temática y los lugares elegidos para sus actos públicos, permiten sospechar con bastante fundamento que el objetivo no es tanto contribuir al libre debate de las ideas, llevando a la universidad a personajes políticos de relevancia en la temática que se aborda en cada uno de ellos, sino provocar, ya sea su prohibición, el enfrentamiento con grupos de estudiantes de ideología opuesta, y/o la intervención de la policía en los campus de la Complutense. Desde luego, si no lo buscaban, se encontraron con ellos por casualidad, con tanta suerte, que la UCM pudo ser presentada (sobre todo la Facultad de Ciencias Políticas) con una organización de adoctrinamiento izquierdistas, donde se censura y se atacan los “valores de la libertad y la democracia”. Y, aquí, el concurso de los medios de comunicación afines al PP, que han actuado, en todos los casos, como altavoces de Libertad Sin Ira, resulta fundamental. Finalmente, en cada incidente entra en acción la presidenta de la CAM a través de su cuenta en Twitter para cerrar el círculo.

Todo lo precedente es verificable rastreando en Internet las crónicas periodísticas, las redes sociales de Libertad Sin Ira, y las cuentas en esas mismas redes de la señora Díaz Ayuso, sobre los siguientes actos:

  1. Acto sobre “Venezuela, democracia o dictadura”, el día 26 de abril de 2021. Prohibido por la Facultad de Ciencias Políticas, por el clima de crispación previo a las elecciones a la Comunidad de Madrid y porque los organizadores no habían presentado el oportuno protocolo de medidas sanitarias anti-Covid.
  2. Acto “Tengamos memoria: contra la apología de ETA”, el día 3 de marzo de 2023. Suspendido por la Facultad de Ciencias Políticas por haberse producido una avería en las conducciones de agua, por las que hubo que cerrar la facultad. La avería afectó a todo el campus de Somosaguas y lo que se propuso a los organizadores fue la pos poción del acto. No se prohibió.
  3. Acto “En defensa de la mujer”. Una conferencia de Rocío Monasterio, nada menos que el 8-M de 2023, prohibido por la Facultad de Derecho de la UCM por no tener autorización, ni haberla solicitado. En esta ocasión Libertad Sin Ira Patrocinaba un acto de Vox.
  4. Acto sobre ‘Antisemitismo en la sociedad’, celebrado en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, el 24 de marzo de 2023.

Estos son los actos deliberadamente polémicos y conflictivos, pero no son suficientes. Isabel Díaz Ayuso, que además es la jefa del PP madrileño, no ha tenido reparos en recurrir a esta especie de brazo armado, para utilizar la Complutense como pieza clave en su particular lucha ideológica, antes, durante y después de su investidura como alumna ilustre, a propuesta de nuestro rector, en el mes d enero de 2023 y durante las elecciones de marzo. Por supuesto, con el apoyo mediático del que vengo hablando. Me ocuparé de ambas cosas en las próximas entradas de esta serie. Dejo, para finalizar algunas referencias mediáticas sobre todo lo que he contado hoy.

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