
Por Fernando Quirós
SE ACABÓ. La Alianza ha sido derrotada por Joaquín Goyache. Una mujer, Esther del Campo, ya no va a ser la primera rectora de la Universidad Complutense de Madrid. El rector en ejercicio ha ganado las elecciones de forma clara imponiéndose en los sectores de PDI (con vinculación permanente y dedicación parcial) y en el PAS y en los estudiantes. Sólo el PDI, (con dedicación completa) ha votado mayoritariamente por Esther del Campo (los mismos que en la primera vuelta). En el voto ponderado el resultado es Goyache (54,98 por 100) y del Campo (44,64 por 100). En el total de papeletas sin ponderar (excluyendo blancos) , al revés que en la primera vuelta el triunfo también ha sido para el catedrático de Sanidad Animal (8378 a 7.602). Y es muy notable que esta vez los estudiantes no le han servido para arrasar a la decana de Ciencias Políticas y Sociología.


EL PACTO NO HA FUNCIONADO
Ya advertí desde este blog, que el trasvase de voto, en la segunda vuelta, no tenía por que ser automático y que en este caso uno más uno podían no sumar dos. Ha sido así. Resulta muy ilustrativo que mientras el voto de María Castro sí se ha trasvasado a del Campo en Educación, no ha ocurrido lo mismo con las facultades de Ciencias Económicas y Empresariales (Iñaqui López), ni en la de Ciencias Biológicas (Jesús Pérez Gil), donde la victoria ha sido para Goyache. Por otra parte, los votos de Isasi y Carlón tampoco parecen haber ido para la candidata.
Pero hay otras razones para el fracaso del Acuerdo por el Cambio, y la más importante es el propio acuerdo, la forma en que se ha llevado a cabo. También lo he dicho aquí. En la firma del Pacto de Somosaguas, SE ABANDONARON LOS PRINCIPIOS y no hubo toda la luz y todos los taquígrafos que desde aquí le he reclamado y que le han reclamado, también, amplísimos sectores de toda la comunidad complutense. Destaco tres. La primera: No quedo claro qué partes del programa original de Esther del Campo, de su Compromiso Complutense, iban a poder desarrollarse y cuáles tenían que se consensuadas y/o pactadas con sus socios de coalición. La segunda: el reparto de cargos, donde, por ejemplo faltaba el vicerrectorado de estudiantes, y tampoco se concretó si habría o no un vicerrectorado de igualdad, hasta el último debate. Faltó también el nombre de la persona que ocuparía la gerencia general. Y, la tercera, la presencia de Iñaqui López, un Fouché redivivo, cuyos efectos positivos para la Alianza, fueron hábilmente neutralizados por Goyache en el último debate. Estas son, a mi juicio las tres causas principales de la derrota de Esther. Sin embargo, hay una causa poderosa que añadir, tal vez que colocar antes que estas tres y esa es la campaña sucia que el triunfador de estas elecciones ha llevado a cabo de principio a fin.
EL SISTEMA DE GOEBBELS DE REPETIR UNA MENTIRA HASTA QUE SE CONVIERTA EN VERDAD
El mantra anti del Campo

Algo que hiede por todas partes. Ha sido difundido por los medios de comunicación del periodismo casposo que han sido alimentados por Goyache quien no ha parado de desacreditar a su rival, con las mismas infamias que estos medios y estos mal llamados periodistas, gustan de utilizar cada vez que oyen la palabra Podemos o el nombre de Pablo Iglesias. Esther ha sido calumniada sin denuedo: no debía ser elegida rectora porque Podemos, podría así controlar la Complutense. Las campañas de prensa, alentadas externamente para influir internamente han dado sus frutos.
La manipulación de los estudiantes

Como si de un referéndum franquista se tratase, o si la Complutense fuese una comarca en la que el cacique, investido de gran elector, controla los votos, desde el rectorado se han montado servicios de autobuses para trasladar a los alumnos de los centros adscritos a su colegio electoral que, miren por donde, está en el mismo rectorado. Resultado: 417 votos para Goyache, 2 para del Campo.
Los infundios de la noche de la jornada de reflexión

En la noche del martes, plena jornada de reflexión, las redes sociales comenzaron a llenarse de mensaje contra la candidata. Desde el anuncio contenido en un mensaje, dirigido a los estudiantes de Somosaguas, en el que se decía que el campus estaría cerrado por una nueva avería en las conducciones de agua, a los emails, como el remitido a sus profesores por ciertos decanos, el lunes, pidiendo el voto contra del Campo, o por otros profesores dirigidos al alumnado en el mismo sentido. Noche de tensión, de acusaciones falsas.
Los incidentes y los indecentes de hoy

Así las cosas, desde las 9 de la mañana de esta jornada electoral, supuestos estudiantes repartían sobres cerrados a la salida del metro y en las paradas del autobús situadas, ambas, en plena Avenida Complutense. Se trataba de la Asociación Libertad sin ira, y de miembros de las Nuevas Generaciones del Partido Popular. El señor Ignacio Dancausa, junto con varios asesores de Martínez Almeida (el alcalde de Madrid) estaba en la Ciudad Universitaria haciendo propaganda electoral y portando tacos de sobres con papeletas de uno de los candidatos (¿Quién se los proporcionó?). En la Facultad de Ciencias de la Información, cerca de las mesas electorales de los estudiantes, aparecieron las fachalecos, la prenda adoptada como uniforme por la derecha juvenil más ultramontana. Triste, indignante. Hasta tuvo que intervenir la policía, que les incautó papeletas y tomó la filiación a siete de estos individuos.
EL FINAL DEL SUEÑO
Sus propios errores y la forma en que se forjo la Alianza y una campaña muy sucia (este catedrático no recuerda nada igual en toda su vida en la complutense y son ya 48 años) han impedido la elección de esta luciferina que, según los medios casposos, y los que les han alentado, es Esther del Campo.
Se ha perdido una oportunidad histórica de elegir una rectora (¡la primera!) de la Universidad Complutense de Madrid. Pero, además, esta victoria y esta campaña han dejado heridas, de cuya gravedad no sabremos exactamente en el día de mañana, unas están a flor de piel, pero las más importantes están todavía por desvelarse. Mañana nos seguiremos viendo, seguiremos impartiendo clases o recibiéndolas, investigando y trabajando y tenemos que poder hacerlo sin pensar a quién votó el compañero o la compañera que tenemos a nuestro lado. Todos, PDI, PAS y estudiantes. Sanar esas heridas es responsabilidad del Rector D. Joaquín Goyache Goñi.
Para terminar esta larguísima serie sobre las elecciones queden ustedes sabiendo, lectores de CRITICOM, que en Somosaguas ejerce de decana una mujer que hubiera merecido más suerte en el día de hoy y, que desde luego merece mucho más respeto del que se la ha mostrado. El mío lo tiene, ¿y el suyo?
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