ELECCIONES (XXVII). Combate electoral por el título. Esther gana por puntos a Goyache.

Por Fernando Quirós

Podía haber sido un debate tormentoso, pero no lo fue. Tras un fin de semana frenético, con las redes sociales ardiendo y los medios de comunicación sirviendo de plataformas de petición del voto, (esta vez, tanto para uno como para otro) el encuentro entre los dos finalistas de este proceso electoral se presentaba tenso y crispado. Durante el fin de semana, por poner los dos ejemplos de más talla, Goyache recibió el apoyo contundente del exrector José Carillo, vía Twitter, y del Campo recibió el apoyo, no menos contundente de un importante grupo de profesores en una tribuna de Infolibre.

UN DEBATE CORRECTO

Ha sido un debate correcto, por parte de ambos candidatos, el celebrado hoy en la Facultad de Ciencias de la Información. La candidata del «Acuerdo por el Cambio», atacó sin descanso a, Joaquín Goyache, pero éste se defendió bien. El rector en funciones no acudió esta vez displicente y sobrado al difícil encuentro con su rival y defendió con energía su gestión de cuatro años como máximo dirigente de la Universidad Complutense. No fue solamente el rector de la pandemia y el gestor bien intencionado que se encontró una universidad en mal estado y que la ha ido mejorando, como ha podido o le han dejado, de poquito en poquito. Apoyó con sus datos sus afirmaciones (otra cosa es que sean unos datos discutibles por sus oponentes). Esta vez su equipo de campaña se tomó el trabajo en serio.

Esther del Campo, que estuvo esta vez más nerviosa que en los debates anteriores y que utilizó algo más de lo debido el recurso a la lectura de sus intervenciones, tuvo, de principio a fin, la habilidad de presentarse como una candidata con mucho apoyo de la comunidad universitaria, abanderando el descontento con la gestión de Goyache, en nombre de su alianza, actuando más como portavoz de ésta, que de su Compromiso Complutense. Este compromiso era sólo el suyo y, en materia de gestión universitaria no pasaba de su buen decanato en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. Pero, ahora, tiene en su rincón, la experiencia de dos excandidatos que han sido vicerrectores y la de un tercero que destaca en el terreno de la investigación. Cuidó mucho, en todo momento, de presentarse como una candidata de mayorías con un sólido respaldo de votos en la primera vuelta de las elecciones.

El empate fue claro en dos de los bloques temáticos que se habían acordado entre los dos equipos de campaña porque, a pesar de que Esther volvió a poner sobre el tapete las carencias y los abandonos de la gestión de Goyache, éste se defendió enumerando logros, que podrían ser desmontados en un debate más largo, al estilo de un debate parlamentario en el Congreso de los Diputados, pero no en este tipo de debates. Goyache pudo transmitir a los votantes, del PDI y del PAS, que ha hecho muchas cosas y que piensa seguir en esa dirección, que es la buena según él, mientas que Esther logró mantener lo “de eso nada, Rector”, que tan buen resultado le dio en el tercero de los debates de la primera vuelta. Pero, esta vez, Goyache no se descompuso. Solamente en el bloque dedicado a los estudiantes, la decana de Políticas fue muy superior. Ahí la dureza de su discurso, y su experiencia fueron directas al mentón del rector-candidato. La aspirante demostró por qué la llaman la ”rectora de los estudiantes”.

Sin embargo, cuando llegó el momento de hablar de economía e infraestructuras Goyache le devolvió el golpe a del Campo. Escuchó impasible el elogio de su rival a su vicerrector, Iñaqui López, por haber logrado la estabilidad presupuestaria y haber negociado con la Comunidad de Madrid la utilización de los fondos que vienen de sentencias ganadas por la UCM al gobierno regional. Pero, con toda naturalidad el rector le recordó a la decana que los vicerrectores obran por delegación del rector y que, por lo tanto, los méritos en asuntos económicos de López, lo son suyos.

GOYACHE ESQUIVA EL TEMA DE LA IGUALDAD.

Los candidatos podían escoger un tema libre para desarrollar. Con habilidad, Goyache escogió la sostenibilidad,,sin duda buscando arrebatarle una de sus banderas a Esther del Campo, ya que ésta lo lleva en su programa como un tema esencial y con una propuesta muy atractiva. Expuso sus méritos, en dos minutos, pero se encontró con que, en el otro lado, también en dos minutos, le neutralizaban este golpe, que debía haber sido un golpe maestro.

Esther escogió la igualdad y estuvo espléndida en sus dos minutos, tanto, que el rector-candidato, no fue capaz de entrar en este asunto, no dijo absolutamente nada y retomó el tema de la sostenibilidad, para decir cosas que se le habían quedado en el tintero. Esther emergió como la rectora de la igualdad y como la primera rectora de la Complutense. Nueva ventaja, para la aspirante.

LAS PREGUNTAS DEL PÚBLICO Y LA PETICIÓN FINAL DEL VOTO

En las respuestas a las preguntas del público, elegidas de forma aleatoria, y admitidas hasta el tercer bloque de los acordados, volvió a producirse el empate con ligera ventaja de del Campo,, que logró un buen golpe de efecto al afirmar que dimitirá a mitad de mandato si no consigue aplicar su programa. Goyache dijo que él no lo haría y, ahí, volvió a perder el asalto.

Finamente, ambos dispusieron de un tiempo para pedir el voto y ambos volvieron al principio. Goyache, mesurado en el tono, volvió a presentarse como el candidato con experiencia abierto, transparente y democrático (como no podía ser menos, claro) y Esther, con cara de rectora, leyendo solemne, un texto sin duda pactado con el resto de su coalición, lanzó su mensaje de cambio, de liderazgo, de modelo de universidad y de recuperación del papel que le corresponde a la Complutense en el concierto universitario español e internacional. Fin, aplausos del público, y un beso entre los candidatos.

CONCLUSIÓN

El debate ha tenido la virtud de serenar las aguas. No eran pocos los que se temían que en algún momento apareciese el tema de si una es la candidata de Podemos y el otro el del Partido Popular (a pesar de que Iñaqui ha cambiado de bando). No hubo una sola palabra gruesa, salvo ese mieeerrrda, que se le escapo a Esther del Campo. En términos boxísticos la candidata ha ganado al campeón a los puntos pero, en términos cinegéticos, la coalición por el cambio ha herido al oso, pero se les ha escapado vivo. El desenlace, el día 29.

Y, para terminar, queridos lectores, aquí tienen una encuesta sencilla sobre el debate de hoy:

Ciencias de la Información concentración mediática Díaz Ayuso Elecciones a Rector empresas tecnológicas Esther del Campo fake news GAFAM Inteligencia artificial investigacion Joaquín Goyache Jorge Clemente LOSU Mapa de Titulaciones memoria democrática Noam Chomsky Periodismo sexenios TICs Universidad Complutense