Elecciones en Ciencias de la Información (y VII): victoria del dedazo

Por Fernando Quirós

LA CONSUMACIÓN DEL DEDAZO

El dedazo se ha consumado. Ángel Luis Rubio es el decano electo de la Facultad de Ciencias de la información para los próximos seis años. Con los resultados encima de la mesa 40 votos frente a 17 de Pilar Cousido y 10 de Héctor Fouce, su victoria es muy clara, rotunda. Para los que, como yo, hubiésemos preferido otro resultado, no es un día para celebrar, aunque la cortesía manda felicitar al ganador y desearle una buena gestión. Hay también que aplaudir a los otros dos candidatos por la heroicidad que supone presentarse a unas elecciones en que partían con mucha desventaja; porque lo que aquí ha dado el triunfo a Rubio es ser el heredero de Jorge Clemente Mediavilla, muñidor de una maquinaria compuesta por un grupito de estómagos agradecidos, vicedecanos mediocres, pero a la fuerza fieles, y estudiantes aborregados, que a la postre ha resultado capaz de triturar a los opositores. Es el triunfo de los que han venido a servirse y no a servir y a los que el rigor y el nivel de una facultad universitaria, les importa bien poco.

UN GOLPE DE FUERZA SE ESCONDE TRAS ESTAS ELECCIONES

Entramos en un mandato legal pero la democracia, ni está ni se la espera. En una facultad con cerca de 4000 alumnos y 400 trabajadores entre profesores y personal técnico de gestión y administración de servicios, un reducido colegio electoral ha decidido otorgar su confianza al sucesor designado, del peor decano que ha tenido esta facultad en toda su historia. El hecho de haberse aplicado una legislación pre-LOSU, dándose el caso además de que esta Junta fue elegida en 2022 y que está perfectamente dominada por los partidarios de Jorge Clemente, ya anunciaba que derrotar a Rubio, era poco menos que imposible. Si me apuran esto han sido, formalmente unas elecciones, pero en realidad, en el fondo han sido un golpe de fuerza, para perpetuarse en el poder, el señor Clemente, el señor Rubio y todos los favorecidos por el hecho de que ellos ganen, sencillamente porque les garantizan privilegios, cargos, títulos propios, ingresos extra, etc…

RUBIO NO VA A MATAR AL PADRE

Personalmente deseo que sea capaz de matar al padre en el sentido freudiano de la palabra y que de verdad rompa con la maquinaria y con el pasado del que ha sido cómplice durante ocho años

Ángel Rubio, es astuto y hábil para moverse entre bastidores, pero ahora está en primera línea. Algunos de sus simpatizantes, fuera de la maquinaria clementina, esperan que tome medidas drásticas para consolidar su poder, como crear un equipo decanal completamente nuevo que le permita tomar decisiones sin la influencia de su mentor, o afrontar la reforma de los estudios que se imparten en Ciencias de la Información con una propuesta científica seria. Es decir, todo lo contario de lo que él mismo hizo en el intento fallido del Nuevo Mapa de Titulaciones.

No creo que pueda hacerlo, porque Clemente ya ha renunciado al año sabático que le corresponde por fin de mandato y ha pedido docencia. Eso quiere decir que va a seguir y bien de cerca los pasos de Rubio. La figura paterna se proyecta sobre él como una sombra alargada y maligna, oscureciendo su propia identidad.

Su imagen, sus decisiones y sus acciones serán constantemente medidas en relación con las de su mentor, lo que le impide encontrar su propio camino y establecer su propia autoridad. La red clientelar que lo ha elegido no le va a dejar romper con el pasado, y cualquier intento de cambio radical podría costarle el apoyo que necesita para tener un mandato cómodo que, además, será el único.

Esta doble atadura lo va a mantener en una existencia académica y política marcada por la sombra de su predecesor y la influencia de sus patrocinadores. La situación es compleja y llena de incertidumbres. Suerte, decano. Que no seas tu el que remate a una facultad que tu progenitor ha dejado gravemente herida. Esa es tu herencia.