
Por Fernando Quirós
Lo consiguió. Esther del Campo (18,15%) ha superado la primera vuelta de las elecciones y será la rival de Joaquín Goyache (25,27%) el próximo día 29 de marzo. El candidato-rector ha superado en un 7,12% del voto ponderado a la decana de Ciencias Política y Sociología. El sector de estudiantes ha sido decisivo en una carrera de infarto con María Castro. Y ha sido en uno de los colegios electorales más importantes por número de electores, el de Ciencias de la Información, en el que se ha inclinado la balanza. Sin embargo, la participación estudiantil apenas ha superado el 10%.
Se abre, ahora, una breve campaña electoral, que culminará el día 29, con la elección definitiva entre el oficialismo goyachista y la renovación que abandera su rival. El resultado es todavía provisional, pero, salvo sorpresas, los casi dos puntos de del Campo saca a Castro, deben ser una distancia suficiente para que la Junta Electoral Central de la UCM, lo proclame como definitivo.
Las tablas que siguen muestran los resultados ponderados y la votación por sectores


El ganador no arrolló
Goyache, con su machacona campaña en los medios en favor de la despolitización de la Complutense, contra la LOSU, por ineficaz y política, y a favor de tener como alumna ilustre a la anti universitaria y anti Complutense, Díaz Ayuso no ha podido dejar fuera de la carrera electoral a la que a todas luces es la mejor candidata para privarle del rectorado. Su victoria es amplia, pero no apabullante. Tampoco la diferencia es insalvable. No le ha servido para distanciarse más de sus oponentes, lo que sin duda esperaba, echarle la culpa de sus errores y carencias, a la pandemia del COVID. Sale por delante en esta primera vuelta, pero tiene razones para estar preocupado. Su gobierno de la UCM ha sido el de los bloqueos, decisiones contradictorias y distinciones a personajes impresentables. El de una política nada trasparente, ni equitativa, en materia de PAS y de PDI. El de todo para los estudiantes, pero sin los estudiantes. Sin liderazgo en la CRUE, ni en la CRUMA. Y ahora se propone, dice el rector-candidato, hacer de la Complutense una universidad del siglo XXI. No está mal si por fin ha caído en a cuenta de que estamos en la raya del primer cuarto de esta centuria.
La rival
Esther ha concurrido a estas elecciones con un gran programa. Es la única de los ocho candidatos que se presentó con la propuesta de elaborar un Plan Estratégico de larga duración, lo que de entrada ya implica una voluntad de diálogo y consenso con la comunidad complutense, porque algo así no es cosa de un único equipo rectoral. Se ha presentado además sin ataduras de nombres y promesas de cargos a futuro, y sin el lastre que le podía haber supuesto haber estado en equipos rectorales anteriores. Ha demostrado ser la rectora de los estudiantes y sus propuesta sobre el PAS le han dado el segundo puesto en este sector, solo por detrás del rector en funciones. Pero sobre todo, ha sabido hacer que su mensaje ético y su idea de la universidad pública como un elemento de cohesión social, calase en el electorado en una campaña maratoniana. Se ha multiplicado. Ha estado en todas partes. Y ha logrado que muchos nos vallamos a dormir esta noche con la seguridad de que tenemos una candidata que puede ganar el rectorado, aunque no lo tenga fácil, por las razones que explico a continuación.
Las quinielas para la segunda vuelta
Entran ahora en juego varios factores, que podrían ser los decisivos el día 29 de marzo. Veremos si se reeditan los pactos que le dieron la victoria a Goyache, por la mínima en 2019. Se dará muy probablemente un trasvase de votos de Javier Arias e Iñaqui López a favor de Goyache el bloque de ayusers, que le da una fuerza formidable al candidato-rector. Si ocurre como en 2019, el Partido Popular colocará sus peones en puestos clave y el equipo de gobierno será un monstruo de Frankenstein como lo ha sido el actual.
Si atendemos a la ambición de los programas y a su defensa en los tres debates electorales celebrados, es probable que parte de voto de Jesús Pérez Gil, vaya a del Campo. Cabe también esperar una movilización del voto de género a su favor. Otro tanto vale para el voto inspirado por Carlos Andradas que no veo yendo a Goyache, porque la derrota de 2019, todavía escuece en sus filas. Las espadas en alto, aunque el rector-candidato sale con más intención de voto.
Lo que veremos hasta el día 29 de marzo
Si siendo sólo una más de los candidatos y candidatas, Esther del Campo ha tenido que sufrir una campaña de demonización, por parte de Joaquín Goyache y de los ayusers, de dentro y fuera de la Complutense, lo que le espera ahora a la primera mujer que puede convertirse en la rectora de la UCM, es para echarse a temblar. Pedirán el voto para Goyache al grito de que viene los rojos y esto puede bloquear el camino al rectorado a la decana de Políticas y Sociología. Implicaría que el voto del mantra anti del Campo, volvería a circular entre el electorado y sería amplificado por os medios de la caverna mediática.
Por ello quiero pedir a D. Joaquín Goyache (y me consta que me leen en su equipo) que practique el fair play, en esta vuelta definitiva y que no repita las maniobras que ha empleado en la primera vuelta. Le pido que haga una segunda vuelta limpia, sin acudir a los medios de comunicación, especialmente a los del periodismo casposo y/o ayusista, para hablarnos a los complutenses desde sus páginas o sus ondas, de lo mala que es la gente, toda la gente, de una de nuestra mejores facultades, la que dirige con un apoyo casi unánime Esther del Campo García.

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